Discovery Channel publicó hace unos meses 4 ejemplos  de vídeo interactivo desarrollados por Videoclix. (abrir enlace  en una nueva ventana  si el anterior no encaja bien).

Los cuatro ejemplos son vídeos de entre 2 y 3 minutos sobre cuatro temas diferentes: parkour, paintball, paracaídas y tiburones. En todos ellos se muestra una pantalla inicial indicando que el video es clicable y aparece un botón superior para poder acceder at todos los elementos que se han declarado como interactivos en el vídeo.

Se ve que es un proyecto piloto para ver cómo resulta el vídeo y ver cómo responde la audiencia ante este tipo de experiencia audiovisual.

En el momento de escribir esto, la parte interactiva del vídeo no está operativa en la página de discovery (quizás porque no han renovado el acuerdo del piloto), pero vamos a hacer un pequeño análisis de qué cosas funcionan y cuáles no en esta implantación de interactividad sobre documentales.

Partimos de todo el respeto y admiración por nuestros competidores de videoclix, que son pioneros en el mundo del vídeo interactivo y, también como nosotros han tenido que aparcar durante algunos años el tema porque el mercado no estaba aún preparado.

Video interactivo de Discovery paracaidismo

En el caso de Discovery, se pueden ver un par de cosas que pueden servir para ofrecer una experiencia cuidada y que deje cierta impresión en el usuario que no se consigue con un vídeo normal:

1.– Duración de los vídeos: La duración de entre 2 y 3 minutos es ideal para este tipo de experiencia y ver cómo responden los espectadores. Videoclix, al igual que Vidactio, dispone de un sistema de tracking y registro de estadísticas para evaluar cómo se ha ido interactuando con el video.

2.- Tipo de vídeo: Alguno de los vídeos elegidos (sobre todo el del parkour) no son adecuados para implantar elementos clicables, ya que el movimiento de los personajes es muy rápido.

Quizás sería más adecuado implantar otro tipo de interactividad que no exija clicar sobre el vídeo y perseguir a los personajes que van corriendo en el mismo.

3.- Relevancia de las interacciones: Un punto esencial para meter interactividad en un vídeo es la relevancia de los elementos interactivos y la información adicional que se despliega.

En este caso, sobre el vídeo sí aparecían elementos relacionados pero que no estaban bien integrados en la historia. A la hora de definir interacciones hay que pensar qué busca un usuario cuando clica en un avión o en un paracaídas o en un tiburón. Si clico en la sobra de un avión, no espero que me salga una explicación de la aceleración máxima que experimenta un paracaidista, sino el modelo de avión que es, con qué título se pilota, cuánto cuesta, qué caracterísitcas tiene….

Lo que sí es cierto es que vemos cada vez más experiencias de video interactivo y se van refinando cada vez más. Al igual que las páginas web en 1996 no son iguales que en 2012, el vídeo interactivo está aún naciendo. La diferencia es que ahora, la velocidad de mejora y de cambio de los interfaces es cada vez mayor.

Y, por otra parte, el conocimiento de cómo reaccionan los usuarios (con neuromarketing, eye-tracking, grupos de usuarios, versiones diferentes….) cada vez es más preciso y permite ofrecer experiencias satisfactorias. Y rentables para quien las produce.